Detrás de la historia escrita de Anthony en el texto, está también la Lectura de las Imágenes". Las miradas, pueden o no, coincidir con el texto, o armar una historia independiente de él. Aquí es donde se constituye otro de los espacios de Libertad de Interpretación de cada Lector.
Me llamo Camilo. Me voy a tomar un buen tereré y después me duermo la siesta. Después me levanto y me voy a la casa de mi amigo, me como una pizza y tomo un buen Fernet con Cola.
Un día iba camino por el barrio y de repente apareció una “Bruja”, vestida de negro, y me dijo:
- Traeme 100.000 pesos, o si no, te hago tomar pis de perro.
Fui corriendo a buscar la plata al Banco pero estaba cerrado. Y rompí el vidrio. Igual me metí.
Había un policía llamado Carlos. Me dijo:
- ¡Alto ahí, si no, disparo!
- Disparame, igual la bruja me va a encontrar.
- No, mejor te llevo en cana.
Yo pensé: “prefiero ir en cana que tomar pis de perro”.
Y el policía me llevó.
Cuando íbamos en el camino a la comisaría apareció una chica que tenía mucho pelo en las axilas, fea, con hongos en los pies, hongos en la nariz y muchas verrugas en la piel.
La chica pagó la fianza y salió en libertad. Y me dijo:
- Tomá el pis de perro.
Entonces me di cuenta que era la “Bruja”.
Y salí corriendo para mi casa.
El policía me siguió. Yo me estaba dando un baño, y de repente entró el policía del barrio y me dijo:
- ¿Quién está en el baño?
Salí y le dije:
- ¿Qué hacés acá?
- ¿Qué pasó?
Y le conté todo lo que había pasado con la “Bruja”. Él me escuchaba y mostró que era un buen policía. Se convirtió en mi amigo.
¡Él me escuchó, prestó atención en mí, se portó como un hermano!
Nos hicimos amigos y venía todos los días a mi casa, a tomar unos buenos tererés.
AUTORES: LUCAS y CARLOS
Publicado por M. Bibliotecaria Lucía M. Natalino
1 comentario:
Por suerte la historia tiene un final feliz.
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