Antoine de Saint-Exupéry alguna vez escribió: "Todas las personas mayores han comenzado por ser niños. (Pero pocos lo recuerdan).
La educación de los hijos puede ser una tarea muy hermosa pero no por esto es fácil. Es un aprendizaje para los padres que dura toda la vida... ¡Y siempre es posible hacerlo mejor!
Desde el Servicio de la Biblioteca Para Padres Lectores, que funciona desde agosto de 2011 en la Escuela Nº 6 DE 11º, con el objetivo de promover la Lectura en Familia, a partir de hoy ahondaremos en la reflexión del cómo escuchar y comprender a los niños en estos tiempos tan cambiantes, contradictorios o difíciles para la Comunicación y los Límites con Amor en las Familias.
Cualquiera sea la edad, desde padres adolescentes hasta los de ciento y un años, siempre estamos a tiempo para aprender y cambiar actitudes.
Los padres que frecuentemente reconocen los méritos y progresos de sus hijos y les expresan su satisfacción, les generarán comportamientos positivos.
Por ejemplo:
"¡Me encanta cuando te veo sonreír!"
"¡Qué linda te queda esa ropa!"
"¡Qué lindo es que traigas libros de la Biblioteca y verte leer y estudiar con ganas!
Estas palabras de aliento incidirán en su manera de ser:
-afectuosos con sus pares
-expresivos en la Lectura Oral de la Lectura Recreativa
-aceptados por su grupo de amigos
-curiosos e investigadores en los Temas de Estudio
-participativos en las aulas y en la Biblioteca
Los niños que, por el contrario, poseen una pobre imagen de sí mismos por sentirse rechazados por los adultos, frecuentemente en la Biblioteca muestran que:
-les cuesta concentrarse en la Lectura
-se sienten tristes o enojados y este estado de ánimo les dificulta el poder elegir un Libro
-asumen actitudes auto - agresivas, desvalorizando sus propios logros
-prefieren leer solos en un rincón de la Biblioteca
-son tímidos para expresar oralmente qué les gustó de la historia que hayan leído
Por eso, desde el Servicio de esta Biblioteca Para Familias Lectoras, los invito a leer las siguientes preguntas y tratar de respondérselas con sinceridad sólo a sí mismos:
1. Cuando
algo me parece bien o me gusta, ¿lo digo?
¿Cómo lo digo?
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2. Cuando algo me parece mal o no me gusta, ¿lo
digo?
¿Cómo lo digo?
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3. Cuando
los niños hacen algo que me da rabia, ¿qué les digo?
¿Qué hago?
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4. Cuando
los niños hacen algo que me da pena, ¿qué les digo?
¿Qué hago?
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5. Cuando estoy agradecido por algo, ¿qué les digo?
¿Cómo lo digo?
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FUENTE CONSULTADA: Milicic, Neva y Antonijevic, Nadja. - - Vivir en familia -- Buenos Aires: Editorial del Nuevo Extremo, 2009.
Publicado
por Maestra Bibliotecaria Lucía María Natalino
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