"ADAPTAMOS LOS DIÁLOGOS AL FORMATO DE GUIÓN TEATRAL para preparar el TEATRO LEÍDO!"

EL PRINCIPITO - CAPÍTULO XXI
Con gran entusiasmo, junto a los alumnos, la Maestra de Grado, la Profe de Teatro y la Maestra Bibliotecaria, fuimos anteponiendo el nombre del personaje seguido por el signo del guión, que anticipa al lector qué dirá el personaje.
Resumimos el capítulo al encontrar las palabras claves y la parte principal de cada oración.
Suprimimos muchas frases que a algunos alumnos les parecieron con un sentido parecido.
Y luego de tanto hacer, rehacer, corregir, suprimir y agregar, llegó la alegría de la lectura del producto final.

Voz en off:...Y el Zorro preguntó al Principito

Zorro – ¿Qué buscás?

Principito – Busco amigos. ¿Qué significa “domesticar?

Zorro – Es algo demasiado olvidado. Significa “crear lazos”

Principito – ¿Crear lazos?

Zorro – Por supuesto. Para mí, no sos todavía más que un chico muy parecido a otros cien mil chicos. Y no te necesito. Y vos no me necesitás. Pero si me domesticás, nos necesitaremos el uno al otro.

Principito – Empiezo a entender.

Zorro – Mi vida es monótona. Me aburro un poco. Pero si me domesticas, mi vida se iluminará. Además, ¿ves allá los campos de trigo? Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Y eso es triste! Pero vos tenés cabellos del color del trigo. ¡Será maravilloso! El trigo, que es dorado, me traerá tu recuerdo. Por favor, ¡domestícame!

Principito – Me gustaría, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que conocer muchas cosas.

Zorro – No se conoce más que lo que se domestica. Los hombres no tienen más tiempo para conocer nada. Como no existe ningún vendedor de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si querés un amigo, ¡domestícame!

Principito – ¿Qué hay que hacer?

Zorro – Hay que ser muy paciente. Al principio, te sentarás un poco lejos de mí. Te miraré y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Cada día podrás sentarte un poco más cerca. Si venís, por ejemplo a las cuatro de la tarde, desde las tres empezaré a ser feliz. Ya a las cuatro me agitaré. ¡Descubriré el precio de la felicidad! Si venís a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón.

Voz en off: Así el Principito domesticó al zorro. Cuando se acercó la hora de la partida...

Zorro – ¡Ay! ¡Voy a llorar!

Principito – Es tu culpa. Quisiste que te domesticara.

Zorro – Seguro.

Principito – ¡Entonces no ganas nada!

Zorro – Gano, por el color del trigo. Te regalaré un secreto. Es muy simple: No se ve bien más que con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.

Principito – Lo esencial es invisible a los ojos.

Zorro – Sos responsable para siempre de lo que domesticaste.

Publicado por Maestra Bibliotecaria Lucía María Natalino