7 de MARZO de 2012. Desde hace días, en la Biblioteca se está preparando desde lo técnico, una enorme cantidad de libros enviados por el Ministerio de Educación de la Presidencia de la Nación.
A cada libro se le adhiere su tejuelo en la parte inferior del lomo, el cual indica dónde el lector podrá encontrarlo y dónde la Bibliotecaria podrá reubicarlo apenas aquel lo devuelva.
Además, el doble sellado: el de la Biblioteca de la Escuela a la que el libro pertenece y el Sello del Inventario, cuyo número deberá coincidir con el registro en la Base de Datos y con el registro en el Libro Inventario, para su Organización y Clasificación.
El para qué de estas acciones suele ser desconocido por los lectores, aunque... ¡no ignoran los sellos ni la almohadilla a los cuales, entre risas pícaras, les encanta arrebatar apenas los divisan sobre el escritorio y, más aún, les apasiona ofrecerse para sellar...!
En medio de estos preparativos con el fin del Servicio para la Disponibilidad del Recurso al Lector, se va anidando interiormente y por anticipado, en la Formadora de Lectores, la invisible esperanza del regocijo por la Lectura, la escondida expectativa en la Comprensión Lectora y ni qué hablar del esperado Encuentro entre los chiquilines de Primer Grado y esta Biblioteca por Vez Primera en su Nivel Primario!!,
En medio de la fría Tarea Técnica, la sola visualización del lector disfrutando de "su" libro vivifica y le otorga más calidez y entusiasmo a lo técnico.
Así se completa el verdadero sentido del Servicio al Lector, para que cada uno halle lo que busca, lo que le hace bien, lo que lo transporta a increíbles mundos imaginarios o reales, desde donde, al cerrar su libro, ya no será el mismo. El lector habrá crecido, habrá soñado, habrá viajado dentro de sí, se habrá encontrado consigo y con otros, se habrá transformado.
Publicado por Maestra Bibliotecaria Lucía María Natalino
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