El trato interpersonal en la Familia, Primera Escuela del Niño, lo beneficiará a futuro, según haya sido más ó menos sano. Lo vincular influirá en sus decisiones personales, en su mundo laboral, en la elección de sus amistades, en sus valores...
A raíz de un artículo que leí en Internet, de Mónica Nava, con frases que suelen decir los padres a sus hijos al reprenderles, modifiqué el lenguaje aplicando los modismos que se escuchan en esta ciudad.
La intención es tratar de ver estas situaciones desde una mirada docente:
- para prevenir la incidencia que las palabras con carga emocional negativa ejercen sobre la personalidad de nuestros alumnos - sus hijos -,
- para ayudar a comprenderlos cuando ellos se equivocan, y
- para que ustedes logren tomarse unos minutos antes de hablar enojados. ¿Se acuerdan del contar hasta diez? ¿O, según el enojo, hasta cien? (¿Exageré un poco? Mmm... Quizás...)
Y... estas son algunas de las frases que en esta ciudad se suelen escuchar:
1. “¡Sos un tonto!”. “¡Sos tan insoportable!”. Estas frases lastiman. ¿Qué te parece si intentaras decir: “En este momento te estás portando mal”.
2. “Los hombres no lloran”. ¿Qué te parece si intentaras decir: “Sé que estás triste”.
3. “¡Ya vas a ver cuando venga tu papá!”. Estas palabras provocan el efecto contrario al buscado: disminuyen tu autoridad de madre.
4. “¡Dejá de molestarme!”. ¿Qué te parece si intentaras decir: “Ahora estoy ocupada. Más tarde vamos a jugar, o mirar tele o a leer juntos”.
5. “¡Aprendé de tu hermano/a!”. Cada ser humano es único y diferente. ¿Qué sentirías vos, si alguien te comparara con otra madre?
6. “¡Nunca hacés nada bien!”. Estas palabras afectan la confianza en el sí mismo del niño. ¿Qué te parece si le enseñás con dedicación lo que él no aprendió aún?
7. “¡Si no te portás bien te voy a...!” Las amenazas al igual que las comparaciones, lastiman, hieren al niño/a. ¿Qué te parece si en esos momentos le proponés alguna otra actividad?
8. “¡Apuráte!”. El hábito de preparar su ropa y sus útiles la noche anterior, podría ser una buena opción. ¿Qué te parece si buscás estrategias, como la del despertar más temprano, etc.?
9. “¡Sólo me das disgustos!”. El niño/a se sentirá lleno de rechazo y desamor. ¿Qué te parece si tratás de explicarle que no se está portando de la manera adecuada y que eso te está molestando?
10. “¡Bien! ¡Bien! ¡Bravo!”. Pero, si lo dices con ironía, mientras accidentalmente derramó su desayuno, o se le cayó algo de sus manos, esas palabras le generarán sentimientos de torpeza y confusión. ¿Qué te parece si utilizás tus palabras de elogio "solamente" ante los logros realizados?
Reflexión Personal:
Las RELACIONES VINCULARES entre PADRES e HIJOS, repercuten en la construcción de la personalidad del niño/a, al comunicarse en el BUEN TRATO, el SABER ESCUCHARSE con atención, el ABRAZO MUTUO, la VALORACIÓN de todo lo humano, la ESTIMA hacia los otros, los LÍMITES claros y precisos, la SOCIALIZACIÓN en el aula y fuera de ella, el ENTUSIASMO en el APRENDIZAJE ESCOLAR, el RESPETO por las NORMAS en la ESCUELA y fuera de ella, la CLARIDAD en sus expresiones orales y escritas, la CONFIANZA en sus maestros, la PERSEVERANCIA en sus proyectos para organizar su vida.
El DIÁLOGO SIEMPRE es la herramienta más HUMANA y más EJEMPLIFICADORA para resolver situaciones.
Y los LÍMITES CON AMOR, SIEMPRE dan buenos frutos.
Publicado por Maestra Bibliotecaria Lucía María Natalino
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