Los alumnos de este grado son sumamente sensibles y muy participativos.
Teniendo en cuenta estas características elegí leerles un cuento más precioso que un tesoro...
Y así comienza...
CUENTO CON CARICIA.
Elsa Bornemann
Elsa Bornemann
No sabía lo que era una caricia. Nunca lo habían acariciado antes. Por eso, cuando Changuito rozó su plumaje junto a la laguna- alisándoselo suavemente con la mano-, el tero se voló. Su alegría era tanta que necesitaba todo el aire para desparramarla.
-¡Teru! ¡teru! ¡teru! ¡teru! ¡teru!- se alejó chillando.
El Changuito lo vio desaparecer, sorprendido. La tarde se quedó sentada a su lado sin entender nada. -¡Hoy me han acariciado! ¡La caricia es hermosa!- seguía diciendo con sus teru, teru...
-¡Eh, tero! ¡Ven aquí!
¡Quiero saber que es una caricia!- le gritó una vaca al escucharlo.
El tero se dejó caer: un planeado blanco, negro y pardo, de gracioso copete, aterrizando junto a la vaca... -¡Esto es una caricia...! - le dijo el tero, mientras que con el ala izquierda rozaba una y otra vez una pata de la vaca.
–Me gusta tu cuero, ¿sabés?- no imaginaba que fuera tan distinto de mi plumaje.
La vaca no lo escuchaba ya...............................................................................
El tero se dejó caer: un planeado blanco, negro y pardo, de gracioso copete, aterrizando junto a la vaca... -¡Esto es una caricia...! - le dijo el tero, mientras que con el ala izquierda rozaba una y otra vez una pata de la vaca.
–Me gusta tu cuero, ¿sabés?- no imaginaba que fuera tan distinto de mi plumaje.
La vaca no lo escuchaba ya...............................................................................
A los lectores los dejo pensando cómo continuará este cuento más dulce que la miel.
¡Chicos!¡A solicitar este libro para llevarlo a casa hasta la próxima semana!
¡Chicos!¡A solicitar este libro para llevarlo a casa hasta la próxima semana!
Publicado por Maestra Bibliotecaria T. Tarde Lucía María Natalino
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